Pedid y se os dará: buscad y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Mateo 7:7
Tenemos que aprender de nuevo
cuál es el poder de la oración. “Más cosas hace la oración de lo que el mundo
imagina”, Necesitamos conocer a nuestro Dios y tener confianza en que él nos
oyey nos responde.
¿Podría usted recordar una
oración que el Señor le haya contestado esta semana..? o la pasada..? ¿Teme
reclamar el cumplimiento de la promesa de Jesús implícita en este pasaje..?
Yo también anhelo una vida de
oración más profunda y más rica. A continuación le doy algunas sugerencias que
a mi me han resultado útiles:
1.- Dígale a Dios exactamente como se siente.
No es necesario llegar a un
determinado estado emocional para orar. Considere las oraciones de la Biblia:
Vea cómo Job, David y Habacuc hablaron con Dios. Le llevaron a Dios sus
preguntas, dudas, preocupaciones y ansiedades.
Piense en lo libre que se
siente cuando habla con un amigo intimo. “juan. Me siento muy mal hoy”. “Laura,
no puedo entender cómo puedes decir semejante cosa”. ¿ Lo crees realmente ?
Usted puede ser igual de
franco (a) con Dios, puesto que el es su mejor amigo.
2.- Sea especifico.
A veces las oraciones de los
cristianos son tan generales que no hay manera de poder saber si Dios las ha
respondido . Si le pedimos que “Bendiga “ a Enrique . ¿ que esperamos que
suceda.? ¿ Por qué no le pedimos al Señor que lo ayude a encontrar trabajo, a
dejar de fumar, a vencer el mal carácter o a tener una nueva experiencia
cristiana..?
Trate de tener una lista de
oración. Escriba los nombres y los pedidos específicos que les corresponden.
Pero que sea privada, algo confidencial entre usted y Dios.
3.- Siga pidiendo.
Estoy plenamente convencido de
que renunciamos demasiado pronto. Debemos seguir orando. Dios responde algunas
oraciones inmediatamente ( como el perdón por ejemplo . pero para otras se
necesita más tiempo porque implica cambios de actitud.
¡ Y es posible que Dios desee
que sea yo quien cambie ¡ La oración me moldea, me conforma a la voluntad
divina. Puedo descubrir que algo que he deseado mucho no es bueno para mí después
de todo. Si oro lo suficiente voy a llegar a darme cuenta de eso.
Si estamos orando por otra
persona. Dios no la puede cambiar a menos que ella esté dispuesta. También la
puede atraer por medio del Espíritu Santo, y el proceso de cambio puede ser
largo: un año, dos , 10 años
Pero reclame el cumplimiento
de la promesa de Dios. Conserve la esperanza. Siga orando.
Pedid y se os dará: buscad y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Mateo 7:7
Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al
que llama se le abrirá.
Mateo 7:8,
Que Dios te bendiga y te guarde..