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"Que la gracia y la paz se os multipliquen mediante el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesucristo" ... 2 S. Pedro 1:2

jueves, 14 de abril de 2011

El día que resucito el Señor Jesús



                Jesús resucitó en Sábado, no en Domingo

Yâhûshua celebró Pesaj la misma noche que corresponde según la celebración de los yahûdîym, al comenzar el miércoles, tal cual lo indica la Tôrâh y como siempre hizo Yisrael conforme a los mandamientos de Yāhwêh. Esto es después de las 18 hs. del martes, según como dividimos ahora el día, considerando que el miércoles comienza luego de las 12 p.m. Fue muerto a las tres de la tarde del miércoles (hora novena), y resucitó al tercer día, esto es, las tres de la tarde del reposo semanal. La Semana Santa Cristiana, no conmemora dicho evento: Yâhûshua no murió un viernes, ni resucitó en domingo; el primer día de la semana ¡Se niega que resucitó al tercer día!

1. Yâhûshua conmemoro Pesaj y murió ese miércoles, resucitando en Shâbbâth, tres días y tres noches después:






El Domingo de Pascua Cristiano está en función del equinoccio de primavera, según el calendario romano, y el Viernes Santos no es realmente el día en que murió Yâhûshua, el Mâshîyaj hebreo. Éste celebró Pesaj según el calendario de fiestas de su nación, al inicio del miércoles. Yâhûshua no celebró La Última Cena, sino como dijimos, dicha conmemoración de la liberación de los yisraelitas, aunque desde luego fue su última cena, ya que murió al día siguiente en el madero.

Para calcular la fecha de Semana Santa hay que contar que el Viernes Santo, siempre es el viernes siguiente a la luna llena posterior al equinoccio de primavera. Los primeros Cristianos trasformaron la antigua fiesta de Pascua ("paso" del invierno a la primavera) en su fiesta de la Resurrección. Dionisio "El Exiguo" consiguió imponer el cálculo Alejandrino, unificando así el criterio para calcular la fecha a partir del equinoccio de primavera (21 de marzo).

¿Qué fue lo que hizo verdaderamente Yâhûshua y cuándo? Como dijimos, Yâhûshua se reunió con sus discípulos para el Pesaj (Lucás 22:11); por tanto lo hizo el primer día de dicha celebración, al comenzar el miércoles, pues no olvidemos que el día hebreo comienza luego de las 18 hs. Si al comenzar el miércoles Yâhûshua celebra Pesaj con sus discípulos, entonces padece en el madero por la tarde de ese día. Es decir, fue prendido esa madrugada y sufrió durante toda la jornada para morir a las tres la tarde (hora nona), cuando simultáneamente se sacrificaba el cordero. Sabemos que estuvo tres días y tres noches en el corazón de la tierra (Mattityâhû/Mt. 12:40), esto es: 72 horas; por tanto resucitó al finalizar el Shâbbâth semanal.

Según los cálculos los días de la semana según el calendario serían:

Domingo
28 de marzo de 28 CE

Sábado
16 de abril de 29 CE

Miércoles
5 de abril de 30 CE

Domingo
25 de marzo de 31 CE

Sábado
12 de abril de 32 CE

Jueves
2 de abril de 33 CE



El asunto se presta a confusión, en el sentido que el día de su muerte se dice que es víspera del día de reposo, el cual comenzaba a las seis de la tarde de dicho día, siendo éste la preparación. Por esta razón se dice que debió ser un Viernes, pues el reposo es en Shâbbâth:

(Mordechay/Mr. 15:42): “Al llegar la noche, dado que era la preparación, es decir, la víspera del reposo…”

Era dicho reposo día solemne, el 15 del Primer mes, no el día de reposo semanal, sino que era uno de los Shâbbâtôt anuales. Por ello se dice que era la preparación. Luego del jueves hay entonces en medio de ambos reposos (el anual y el semanal), un día hábil, esto es, el viernes. Así Yâhûshua fue sepultado antes de finalizar el miércoles o cuarto día de la semana, y resucitó al finalizar el reposo semanal.

Los dos reposos los advertimos en los libros de Mordechay y de lucás:

(Mordechay/Mr. 16:1): “Transcurrido el reposo, Miryam de Magdala, Miryam la madre de Yakov, y Shlomit, compraron especias aromáticas para ir a ungir el cuerpo de Yâhûshua.”


(Lucás 23:56): “Luego volvieron a casa (transcurrido el jueves, donde vieron el sepulcro) y prepararon especias aromáticas y perfumes (esto debió ser el viernes); y en el reposo descansaron (luego de preparar las especias y perfumes), de acuerdo al mandamiento (de reposo semanal, según la Tôrâh).”

Los pasajes son claros: Luego de Pesaj las mujeres compraron especias y perfumes, y los prepararon. Terminado esto, reposaron en el Shâbbâth semanal, para llevarlos posteriormente al sepulcro. De no ser así los pasajes serían contradictorios, ya que uno dice que transcurrido el reposo compraron especias y perfumes, y el otro dice que los prepararon para luego reposar el día correspondiente ¿Si compraron luego del reposo: Como pudieron preparar los mismos el día previo al reposo? Claramente hubo dos reposos: El anual y el semanal, mediando un día hábil.

2. Jesucristo estuvo muerto dos noches, por tanto no no estuvo tres noches en el corazón de la tierra:

El "Viernes Santo" no es el día de padecimiento de Mâshîyaj Yâhûshua; y si tenemos un Domingo de Resurrección, el Adôn estuvo muerto dos días ¿Puede ser esto correcto? ¿Podemos confesar de nuestra boca que el Mâshîyaj resucitó al tercer día, si decimos que muere en Viernes y resucita en Domingo? ¿No es ese acaso, el perdón de nuestras faltas, y la base de nuestra fidelidad?

Las discrepancias en cuanto el Jesús grecorromano y el Yâhûshua anunciado por los emisarios del siglo I, son tajantes y decisivas. Los mismos emisarios anunciaron que esto sucedería en los tiempos siguientes a ellos (I Timoteo 4:1). Cumpliéndose lo que anunció Këfa:

(II Këfa 2:1): “Pero también hubo falsos profetas en medio del pueblo, como también habrá en medio de ustedes, falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías de perdición; aun rechazando al Adôn que los redimió; lo que les ocasionará inminente perdición.”

Declarar que el Adôn estuvo muerto dos noches es declarar un falso testimonio, pues es claramente una negación, con la consiguiente perdición, pues la liberación viene por ejercer confianza en la verdad (II Tesalonicenses 2:13). Una de las características del anti Mâshîyaj es que procura cambiar los tiempos y la ley (Dânîy’êl 7:25).

La Navidad, fecha cuando los romanos festejaban la Saturnalia, fue utilizada como fecha para festejar el nacimiento del Cristo. En ningún lugar de la Escritura vemos que se festejara el nacimiento de Yâhûshua, menos aún en 25 de diciembre; fecha cuando en el paganismo se festeja el nacimiento del Sol.

¿Imaginan lo que hubiera significado para el Imperio Romano adoptar una fecha igual a los judíos? No olvidemos que ellos rechazaban todo lo judío (la situación no ha cambiado); por lo que los emperadores y poderosos comenzaron a cambiar todo, de manera de que la religión les permitiera anexar a las muchedumbres de individuos acostumbrados a festejar de acuerdo calendario solar. De esa manera se les decía que eran cristianos, y que festejaban al mismo que padeció en el madero, en medio oriente; cuando en realidad estaban deformando la verdadera enseñanza y los tiempos.

Constantino escribió:

(Eusebio, “Life of Constantino” 3:18,19. Grand rapids, Michigan, 1979): ”Habiendo experimentado la grandeza de la bondad divina en el resurgimiento del Estado, en lo que a las relaciones públicas se refiere, pienso que es totalmente mi responsabilidad hacer que la feliz multitud que compone la Iglesia Católica sea conservada en una misma fe, por el amor y la armonía de nuestra común devoción al Dios Altísimo. En cuanto a lo concerniente al más sagrado día de Pascua, fue decretado por el consentimiento común que debe ser celebrado el mismo día en cada lugar. Esto es para que sea más hermoso y más venerable por medio de un festival por el cual hemos recibido la esperanza de la inmortalidad por lo cual deberá ser observado por todos de la misma manera. Nos ha parecido a todos que sería algo indigno guardar esta tradición de la más alta solemnidad, siguiendo la costumbre de aquellos judíos inmundos y miserables, quienes habiendo manchado sus manos con tan horrible crimen, están además totalmente ciegos en sus mentes. Es correcto entonces que, rechazando las prácticas de ese pueblo, nosotros perpetuemos a todas las futuras generaciones, la celebración de este rito en un orden más legítimo y así no tengamos nada en común con esa chusma de judíos… como es necesario entonces, debemos enmendar esto para no tener nada compartido con las costumbre de aquellos parricidas y asesinos de nuestro Señor; por lo tanto, como la forma más apropiada ha sido establecida por todas las Iglesias occidentales también como por las norteñas y sureñas y algunas orientales, ha sido decidido que esto sea así y yo mismo me he prometido que este arreglo tenga vuestra aprobación, o sea, que la costumbre que prevalezca esté en armonía con la de la ciudad de Roma y a través de todas… y así no tener ningún tipo de relaciones con estos judíos perjuros […]”

Mediante esta disposición Constantino decretaba el día de Pascua por unanimidad para todo el Imperio como el día Domingo. Es curioso que la Deidad Solar Mitras precisamente resucitó en Domingo. Como podemos apreciar hay una actitud anti judía pronunciada en el emperador, lo que viene manifestándose desde siempre, y en este caso lleva a sustituir las doctrinas de la Tôrâh, en cuanto al Mâshîyaj, por otras en función del Cristo que se viene gestando desde el primer siglo en el mundo pagano. Ya desde el siglo II se van incorporando concepciones filosóficas en cuanto al Creador y Su obra, introduciendo conceptos ajenos a la Tôrâh.

Hemos de aclarar que a partir de Mordechay/Mr. 16:8, algunos manuscritos presentan una llamada “conclusión corta”, y otros una “conclusión larga”. De todos modos se dice otra cosa si cambiamos de lugar la coma, según las traducciones:

(Mordechay/Mr. 16:9):

(Reina Valera 1960): “Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana...”

(Reina Valera 1989): “Una vez resucitado Jesús, muy de mañana en el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de la cual había echado siete demonios.”

(Reina Valera 1865): “Mas como Jesús resucitó por la mañana, el primer día de la semana...”



(NVI): “Cuando Jesús resucitó en la madrugada del primer día de la semana...”

Veamos que dice el texto griego, y considerando que en el mismo no hay signos de puntuación:

El texto griego comienza con las palabras:

αναστας δε

Anastas (resucitado/habiendo resucitado) de (pero, y, bien)

Y además tampoco hay signos de puntuación, por lo que podríamos decir ubicando la coma inmediatamente luego de estas dos palabras:

"Y habiendo resucitado, por la mañana del primer día de la semana…"

Lo correcto es decir que: Habiendo resucitado, por la mañana del domingo o primer día de la semana, apareció a Miryam de Magdala/María Magdalena. Lo cual armoniza con la resurrección al finalizar el Shabbât, cumpliendo Yâhûshua la señal profética que había anunciado a los sâphârîym y perûshîym.

3. Comentarios de Valente Arreola, de Méjico:

Hola estimado hermano Leonardo, es gratificante tu estudio, y todas las evidencias de las escrituras apuntan a que así fue como lo relatas. Si uno leyera en una lectura rápida de estos sucesos que le sucedieron a Yâhûshua, aparentemente se entendería que el Ungido murió un día viernes y resucitó el domingo.

Sin embargo mediante un estudio meticuloso del tema y exclusivamente con la Escritura, las cosas cambian. Mateo 27:50 dice que Yâhûshua entregó su ruaj un día de preparación de la pascua. Por lo tanto, Yâhûshua no murió el día de la Pascua, sino un día antes.

Al día siguiente (se supone que era la Pascua) los sacerdotes judios fueron ante Pilato a solicitarle vigilancia en el sepulcro de Yâhûshua porque quisiéranlo o no sabían de la resurrección de este hijo de 'Ĕlohîym.

Ellos dijeron correctamente lo que el Mâshîyaj había dicho en lo concerniente a su resurrección:

"Adôn, nos hemos acordado que ese mentiroso dijo cuando todavía vivía: "Después de tres días resucitaré". Por eso manda que sea asegurado el sepulcro hasta el tercer día..." (subrayado añadido)

En Mateo 28:1-7, dice:

"Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron Miryam de Magdala y la otra Miryam, a ver el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un mensajero de Yāhwêh, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Mas el mensajero, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Yâhûshua, el que fue colgado del madero. 6 No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Adôn. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galil; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho."

Si tomáramos como referencia que el Ungido murió el viernes, se supone que era ya el domingo y según el versículo 6 dice que el Mesías ya había resucitado. Entonces ¿Por qué solicitaron los sacerdotes judíos el día sábado, que se vigilara el sepulcro hasta el tercer día de ese supuesto sábado?

Si en realidad era el sábado semanal en el que los sacerdotes judíos solicitaron la vigilancia del sepulcro, hubieran dicho algo más o menos así:

"Adôn, nos hemos acordado que ese mentiroso dijo cuando todavía vivía: "Después de tres días resucitaré". Por eso manda que sea asegurado el sepulcro hasta mañana...."

Pero no dijeron eso: "hasta mañana", sino "hasta el tercer día". De ahí la evidencia de las Escrituras apunta que la solicitud no la hicieron el día sábado de descanso semanal, sino que fue otro día de reposo obligatorio; y en efecto así fue, ese otro día fue el día de la Pascua que no cayó el sábado sino el jueves de esa semana. Es decir, que en esa semana hubo dos días de reposo para los judíos.

Por eso Mateo confirma que "Yahushúa entregó el espíritu un día de preparación de pascua." Entonces el Ungido murió un día antes de ese jueves de Pascua, es decir el miércoles. Los sacerdotes judíos apropiadamente dijeron:

"Adôn, nos hemos acordado que ese mentiroso dijo cuando todavía vivía: "Después de tres días resucitaré". Por eso manda que sea asegurado el sepulcro hasta el tercer día....", por lo que la vigilancia que solicitaron abarcó hasta el día domingo.

Sin embargo, para el domingo, el Ungido ya había resucitado como apropiadamente se relata en el capítulo 28 del libro de Mateo. El evangelio de Marcos corrobora lo escrito por Mateo, que Yâhûshua murió un día antes del otro día de reposo, o sábado, o la Pascua, como ya he explicado. Pero al igual que Mateo ya no da detalles y en el capítulo 16 versículo 1-3 entra de lleno narrando:

"Cuando pasó el día de reposo, Miryam de Magdala, Miryam la madre de Yakov, y Shlomit, compraron especias aromáticas para ir a ungirle. Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol. Pero decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?"

Es por todos sabido que el evangelio de Marcos termina abruptamente en el versículo 8 del capítulo 16, por lo que a partir del versículo 9 es una añadidura al evangelio original. Es por ese motivo que este versículo 9 no concuerda con los demás evangelios al citar en este versículo 9, así:

"Habiendo, pues, resucitado Yâhûshua por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a Miryam de Magdala, de quien había echado siete demonios."

Con esta redacción se da a entender expresamente por las comas y demás signos que ponen los traductores de la escritura kadosh, que el Ungido resucitó el domingo, cuando en verdad, lo que debiera decir este versículo en concordancia con lo que expongo:

"Habiendo, pues, resucitado Yâhûshua, por la mañana el primer día de la semana, apareció primeramente a Miryam de Magdala, de quien había echado siete demonios."

¿Notan cómo una coma cambia el sentido del texto?

El evangelio de Marcos en el capítulo 16 versículo 1, da la pista para entender en qué día realmente murió Yâhûshua, ya que señala:

"Cuando pasó el día de reposo, Miryam de Magdala, Miryam la madre de Yakov, y Shlomit, compraron especias aromáticas para ir a ungirle."

Es decir, ellas compraron las especias aromáticas cuando pasó el descanso de la Pascua al que también se le conoce como sábado.

En Lucas 23:54-56 se aclara más este tema, ya que dice:

"Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo. Y las mujeres que habían venido con él desde Galil, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento."

En este texto podemos leer que las mujeres compraron y prepararon las especias aromáticas de las que habla Marcos 16:1 después de haber descansado por el día de la Pascua, pero en ese día "inter" pudieron comprar y preparar las especias aromáticas, y nuevamente tuvieron que descansar porque ya había llegado el sábado semanal, por eso cita expresamente "el día de reposo conforme a la Ley".

El capítulo 24 del evangelio de Lucas entra de lleno narrando:

"El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo de Adôn Yâhûshua".

Por lo tanto, del evangelio de Marcos y Lucas podemos entender qué día fue asesinado el Ungido, ya que Marcos cita que las mujeres compraron y prepararon las especias aromáticas después del sábado o día del Pesaj judío, y Lucas narra que una vez que compraron y prepararon las especias aromáticas, las mujeres descansaron el reposo ordenado por la Ley, es decir el sábado semanal.

Ante esta evidencia se puede concluir que la semana en que murió Yâhûshua el Ungido, hubo dos días de reposo obligatorio, el primer día fue la Pascua que relata Marcos, y el segundo día fue el sábado semanal que relata Lucas, ya que todos los evangelios se complementan.

Dado que el primer día sábado o Pascua no se podía hacer ninguna actividad también, las mujeres compraron las especias el día viernes para prepararlos, y volvieron a descansar porque había llegado el sábado de la Ley, dado que el día en que murió Yâhûshua ya no les dio tiempo comprar y preparar dichos ungüentos aromáticos porque el día judío comienza a las seis de la tarde, y entonces, el día de descanso por la Pascua las alcanzó, por eso tuvieron que descansar y fue hasta el domingo temprano en que se fueron a las tumba de Yâhûshua, pero él ya había resucitado.

En resumen, el Mesías murió un miércoles que era el día antes de la Pascua, como a la hora nona que es el equivalente a las tres de la tarde. Apenas si les dio tiempo a sus discípulos bajarlo, y envolverlo en el sudario o manto, y lo colocaron en la tumba que le había asignado su discípulo oculto Yocef de Arimatea, porque ya casi eran las seis de la tarde hora en que empezaba el nuevo día judío, y precisamente ese nuevo día era de reposo porque era el día de la pascua.

El día jueves de la Pascua, los sacerdotes judíos fueron a ver a Pilato para solicitarle que resguardara la tumba del Ungido hasta el domingo. A ellos ya no les importó si transgredían ese día de reposo porque el cargo de consciencia para ellos era brutal.

El día viernes las mujeres fueron a comprar las especias para preparar las pomadas o ungüentos.

El día sábado semanal volvieron a descansar porque así lo disponía la Ley.

El domingo muy temprano, o de madrugada, las mujeres que estaban muy ansiosas de ver y saber que pasaba en la tumba de Yâhûshua, y fueron con sus pomadas que habían preparado el viernes, sólo para enterarse por boca de unos mensajeros que el Ungido ya había resucitado desde la tarde del día sábado de descanso semanal, y en ese periodo se cumplieron los tres días y tres noches en que el Ungido había estado en el seol, es decir, la tumba.

…Fue después de la cena en que se desarrollaron los acontecimientos de su aprensión, enjuiciamiento y veredicto por el shanedrín judío. Recordemos que en plena cena Yahushúa le dijo a Yahûdâh el Keriot, que hiciera lo que tenía que hacer, es decir, que fuera por aquellos a quienes lo iba a entregar de acuerdo a su pacto deshonesto.

En la mañana casi en la madrugada de esa noche, el Shanedrín se reunió nuevamente para ratificar su veredicto y lo llevó ante Pilato, quien lo envío ante Herodes, quien lo regresó ante Pilato para que por presión del Shanedrín judío y la turba enardecida solicitaran la muerte del Mesías, y pidieran que fuera colgado en el madero de tormento, petición que desde luego fue autorizada por el romano.

De ahí que Yâhûshua muriera a la hora nona de ese día antes de la Pascua. Con su muerte nosotros los pecadores alcanzamos el perdón bajo el arrepentimiento genuino, y la fe es este sacrificio del hijo de 'Ĕlohîym.

Pero, ¿qué dijo el mismísimo Mesías sobre su muerte?: El Mesías nunca dijo que estaría muerto tres días, como algunos interpretan la palabra día, es decir sólo para referirse a fracciones de un día, por eso cuentan la tarde del viernes como un día, el sábado otro día y el domingo como tercer día de resurrección, pero si así fuera resulta que el mismo Yâhûshua hubiera dicho su primer mentira, pero él dijo otra cosa, según constata en la Escritura. Notemos lo que Yâhûshua dijo en Mateo 12:38-40:

"Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Yoná. Porque como estuvo Yoná en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo de Adam en el corazón de la tierra tres días y tres noches."

¿Lo notan? El mismo Ungido dijo que estaría muerto tres días y tres noches, es decir 72 horas. Por lo tanto ¿A quién hemos de hacer caso, a los falsos maestros que esparcen sus doctrinas de error, o al gran maestro Yâhûshua?

Ahora ¿Por qué digo tajantemente que el Mesías estuvo muerto, es decir inconsciente, esas 72 horas? Porque él mismo dijo que estuvo muerto en Revelación 1:17-18:

"Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; 18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, améin. Y tengo las llaves de la muerte y del seol"

Respetuosamente
Valente Arreola

4. Respuesta a una inquietud

Pregunta:

Si Jesús murió un miércoles y resucitó un sábado, el domingo seria ya el cuarto día de LO ACONTECIDO (sin contar el miércoles) o el quinto (si lo contara). ¿Por qué entonces dos testigos presenciales dicen del domingo, que es el tercer día? Lucas 24:21 "hoy es ya el TERCER DIA que esto ha acontecido"

Shalom estimado:

No olvide que Jesús efectivamente resucitó en Domingo, pues es distinto al Mâshîyaj de Yisrael, y su teología gira en torno a Roma.

En cuanto nuestro amado ‘Ădôn Yâhûshua:

Hay quienes consideran que la referencia de ellos al tercer día, es considerando que los hechos finalizan el jueves 15, pues según Mt. 27:62-64 al otro día de sepultado se reunieron para comentar y hacer en cuanto a la seguridad del sepulcro.

De todos modos diremos también:

(Lucás 24:46) “y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Mâshîyaj padeciera, y resucitara de los muertos al tercer día.”

En griego se dice ho tritos hemera: “el tercer día”. Se entiende como sinónimo de después (gr. meta):

(Mt. 27:63): “diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré.”

Es decir, el tercer día es lo mismo que después de tres días, pues se considera el tercer día cumplido. El domingo 18 era aún después de tres días, o el tercer día cumplido, por lo que no podrían haber dicho el cuarto hasta poco antes de las 18 hs del domingo, probablemente 17:30 hs, momento en que fue sepultado Yâhûshua.


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